viernes, 25 de abril de 2014

Los hijos de Chávez se suicidan, la guarimba triunfó


Por: Toby Valderrama | Jueves, 24/04/2014

Allá, en el llano, se decía que un alacrán, cuando se rodeaba de fuego, se le forzaba a clavarse el aguijón y suicidarse. La leyenda sirve para ilustrar la conducta de los hijos de Chávez. No se necesitó mucho fuego para forzarlos al suicidio, fueron suficientes unas guarimbitas para que renegaran del Socialismo y lanzaran a la sociedad a la barbarie, que eso es el capitalismo. Muchas cosas se pueden decir de esta claudicación, de esta traición. Veamos.

La ideología de la pequeña burguesía no puede hacer otra cosa que conducir a la sociedad al capitalismo, esa es su naturaleza: da vueltas, grita, argumenta, pero al final trunca las posibilidades revolucionarias y entrega los procesos al capitalismo. La historia así lo corrobora.
Después de asesinado Chávez, la ideología de la pequeña burguesía, que estaba amarrada por la fuerza teórica y moral del Comandante, con una rapidez que asombra, afloró, tomó, la dirección de la Revolución. Y bastaron algunos meses para que se diera la restauración.
En ese corto periodo de traición se evidenció la principal carencia de la Revolución: su debilidad teórica. El deslizamiento hacia la derecha no consiguió resistencia, bastaron dos o tres distracciones, una pequeña presión con las guarimbas, para justificar la restauración del capitalismo. La teoría revolucionaria fue sustituida por un parloteo distraído en comiquerías o afrentas personales.

En estas circunstancias, se crece la dimensión de Chávez, pasará a la historia como el Último Socialista, abandonado por sus hijos, solitario, en su angustia por la humanidad.
¿Cómo volverán al Cuartel de la Montaña? ¿Quién los acompañará? ¿Irá capriles, cisneros, quizá aveledo, ramos allup?  ¿Irán los empresarios, quizá el embajador gringo, o el embajador de una de las mayores potencias capitalistas? ¿China, llevará flores? ¿Qué cuentas le entregarán al Gigante Socialista? ¿Le dirán que el PIB subió, que los índices capitalistas van bien y las misiones mal, que ahora hay más explotación de los obreros, que la Ley del Trabajo no se cumple? ¿Irán con las camisas rojas, o llevarán los trajes de etiqueta de las reuniones con los empresarios? ¿Llevarán corbatas, serán azules, o serán del rojo engañador?

¿Qué le dirán los hijos del Último Socialista a la Humanidad? ¿Que entregaron la esperanza, que traicionaron el pensamiento del padre expresado en las cumbres mundiales, cuando alertaba junto con Fidel del peligro que corría la vida con el capitalismo? ¿Qué le dirán a la sociedad cuando regrese la miseria de la cuarta, cuando se roben nuevamente los dólares de la renta? ¿Cuál será la excusa, cuál será la cara?

Muchas cosas se podrían escribir en estas horas de ira contenida por el descaro de la entrega del Socialismo. Pero intentemos vislumbrar para dónde va el plan que sustituye al Plan de la Patria.
Se dice que es un plan para elevar la productividad, y para eso se convoca a los que quieran convertirse en empresarios, se les ofrece dólares, se suspenden los controles, se abren las puertas de los fondos que debían ser para la construcción del Socialismo.

La excusa, que parece obra de jj rendón, es superar el rentismo. Aquí se cometen dos errores, o mejor dos contrabandos. Primero, el rentismo se debe superar con Socialismo, su superación no es excusa para entregar la sociedad al capitalismo. Segundo error, los dólares que se le dan a los privados se los roban, no hay razón para pensar que ahora tendrán un comportamiento diferente. Cuando aún no aparecen las listas del robo anterior, ya inventaron abrir el chorro de dólares nuevamente.

En conclusión, todo esto es una doble torpeza: no harán Socialismo, no pasarán a la historia por la puerta grande, pero tampoco construirán el capitalismo que ofrecen, que sólo es un espejismo de embaucadores.

www.elaradoyelmar.blogspot.com


sábado, 19 de abril de 2014

García Márquez: el periodismo y la política




Juan Manuel Karg



Por Juan Manuel Karg / @jmkarg

Mucho se habla y escribe, en estos tiempos, sobre la vinculación entre el periodismo y el mundo de “la política”. Se intenta, desde grandes monopolios informativos, desvincular ambas esferas, intentando mostrar una supuesta perspectiva “apolítica” de las noticias. Es que, según advierten estos medios, los periodistas de afinidad ideológica progresista o de izquierda “tiñen” el carácter de las noticias, que según el manual de procedimientos de estos medios deberían tener una “neutralidad valorativa”. Detrás de esta operación, claro, hay una profunda intencionalidad política: tras la idea de que “ellos”, los “periodistas militantes”, dan cuenta de una realidad distorsionada –y por tanto, no pasible de salir a la luz-, se esconde la pretensión de mostrar sólo una parte de lo que sucede, lo que naturalmente hacen estos medios, generalmente afines a grupos empresarios del poder económico concentrado.

Con Gabriel García Márquez y su muerte ha ocurrido un fenómeno interesante: desde todo el espectro político e ideológico del continente se ha lamentado su partida, valorando asimismo su extensa obra literaria y periodística. Desde Enrique Peña Nieto y Juan Manuel Santos hasta Nicolás Maduro y Raúl Castro, en cuanto a los presidentes de nuestro continente, y desde Clarín hasta La Jornada, en cuanto a los medios de comunicación: todos se han sorprendido y han lamentado la muerte de uno de los latinoamericanos más importantes del Siglo XX. Esto, claro, sólo ocurre con personalidades de esta índole, reconocidas a nivel mundial: hay que aclarar aquí que también manifestaron su pesar por la noticia el presidente ruso Vladimir Putin y el ex presidente norteamericano Bill Clinton.

Sin embargo, hay un hecho que las fuerzas conservadoras de la región han ocultado o tratado de minimizar en los diversos “obituarios”: la pertenencia ideológica de Gabo al mundo de las izquierdas o del progresismo, dicho esto en términos amplios. García Márquez fue siempre tras la búsqueda de un horizonte de justicia social, lo que lo hizo, entre otros, amigo de Fidel Castro y Hugo Chávez, dos contemporáneos con los cuales compartió un análisis del momento político de la región. Desde esa perspectiva “política” es que también colaboró en la fundación del diario mexicano La Jornada, en septiembre de 1984. En una reciente editorial, tras su muerte, La Jornada recordó que “además de acompañar con visitas frecuentes al periódico naciente, y de alentar personalmente a sus directivos en aquellos momentos inciertos –y en muchos posteriores-, ofreció colaborar con artículos y textos especiales escritos y entregados ad honorem en prenda de amistad, solidaridad y fe en este proyecto informativos”.

La fundación de La Jornada se inscribía detrás de una profesión de la cual se sentía parte, al decir que “soy un periodista, fundamentalmente. Toda la vida he sido un periodista. Mis libros son libros de periodista, aunque se vea poco”, tal como manifestara alguna vez a Radio Caracol de Colombia. ¿Hubiera sido tildado de “periodista militante” por estos hechos Gabriel García Márquez, como ha acontecido recientemente con muchos cronistas, desdeñados sólo por haber emitido opiniones afines a los gobiernos posneoliberales en la región? Seguramente no, por su magnífica pluma y su influencia periodística y literaria, lo que solía blindarlo de ataques y “operaciones” que, lamentablemente, se han extendido contra quienes han opinado desde la izquierda y/o el progresismo. Y porque García Márquez era, en definitiva, un Premio Nobel de Literatura, tal como lo atestigua la condecoración recibida en 1982, y una personalidad reconocida a lo largo y a lo ancho del continente.

Sin embargo, y mal que le pese a algunos sectores políticos y periodísticos que hoy quieren “edulcorar” su trayectoria, e intentar construir una trayectoria supuestamente equidistante respecto a la política –o un García Márquez “light”- fue un periodista y escritor con una ideología clara, determinada y contundente: la búsqueda de construir un orden social diferente, más justo, más humano, despojado de las desigualdades, donde la cultura pueda constituir un elemento indispensable para amplias capas de la sociedad y no solamente para una “elite”. García Márquez, el del Nobel de Literatura y la amistad con Chávez y Castro, siempre con un “optimismo de la voluntad” envidiable, decía que “yo creo que todavía no es demasiado tarde para construir una utopía que nos permita compartir la tierra” y también que "sigo creyendo que el socialismo es una posibilidad real, que es la buena solución para América Latina".
A ese García Márquez, periodista y escritor comprometido con su tiempo y su historia –como diría Walsh-, también despedimos en estos días.

Por Juan Manuel Karg / @jmkarg
Licenciado en Ciencia Política UBA

Investigador del Centro Cultural de la Cooperación – Buenos Aires

jueves, 10 de abril de 2014

EL CONSENSO DE WASHINGTON

La Prof. Elsa Bruzzone, especialista en temas de Geopolítica,
Estrategia y Defensa Nacional secretaria de CEMIDA


En marzo de 1989 se derrumbó el Muro de Berlín  anticipando el virtual triunfo  de los EE. UU sobre la Unión Soviética en el conflicto E/O.   Previendo esa situación las principales autoridades de empresas líderes de  los EE .UU, Europa y el Japón constituyeron una estructura política  -   económica denominada “Comisión Trilateral.”   Ella diseñó los rasgos necesarios para afianzar el predominio mundial obtenido, originando una nueva doctrina capitalista llamada neo  -  liberal globalizada.    Ella   se explica en el libro “Between Two Ages” del asesor económico de la estructura Zbigniew Brzezinski.   Su edición en castellano se conoció como  “La Era Tecnotrónica.”   En él expresa que, ante la derrota comunista, el resultado será el impulso definitivo hacia un capitalismo democrático que ofrecerá mejores oportunidades a los pueblos, y que al aplicarse, se dejaran de soportar las penurias económico  -  sociales mundiales.   Este giro ideológico puso nombre a lo que en 1990 el escritor J. Williamson llamó EL CONSENSO DE WASHINGTON, en su libro  “What Washington Means by Policy Reforms”.   En él explica las políticas económicas financieras globales que el FMI, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo  impondrán al resto de los países, especialmente a los del Tercer Mundo, como requisitos  para su desarrollo.   Con el nombre de “Préstamos para el Ajuste Estructural” su cumplimiento  es  requisito para recibir asistencia financiera o para ser merecedores de una mejor calificación como país deudor.   Estas políticas deben obedecer  al  siguiente decálogo    básico:   1)  DISCIPLINA FISCAL.  2) REORIENTACIÓN DEL GASTO PÚBLICO. 3)  REFORMA FISCAL.  4)  LIBERACIÓN FINANCIERA CON LIBRE MOVIMIENTO DE CAPITALES.  5) POLÍTICA  CAMBIARIA CON TIPO DE CAMBIO COMPETITIVO. 6)  LIBERACIÓN COMERCIAL  7)  INVERSIONES EXTRANJERAS DIRECTAS.  8)  PRIVATIZACIONES. 9) DESREGULACIONES. 10) INTANGIBILIDAD DEL DERECHO DE PROPIEDAD.  
                                                                                                                                                                   

Los  resultados de su aplicación son, de acuerdo con lo que expresó el Premio Nobel de Economía Joseph Stigliz en  su libro   “El Malestar  de la Globalización”  los siguientes:  ”Ninguna nación se ha desarrollado en virtud del seguimiento fiel de los dictados de una tecnocracia internacional y local,  ya que  cada una de ellas es un microcosmos con una problemática singularizada que es fruto de los sucesos históricos por los que atravesó”. En realidad lo que se aplicó fueron políticas meramente de ajuste que, desde un enfoque monetario y cambiario, buscan lograr ayuda financiera internacional con el apoyo de los organismos multilaterales de crédito cumpliendo lo determinado por el Consenso de Washington, cuya política financiera se amalgama en una radicalización ideológica ”neo-liberal”, instrumento de los países con muy alto desarrollo para imponer en el orden mundial una concepción política, económica y social propia ,sin respeto a la libertad de los estados menores y a las visiones de las distintas culturas” En resumen un gran esfuerzo para instalar mundialmente un capitalismo liberal fundamentalista e integrista aplicado a las personas, a los países y a las sociedades  en provecho de unos pocos.
  
Las consecuencias  de la aplicación de esa doctrina en la Argentina las indicó el escritor Manuel Alvarado en su libro “LA ARGENTINA AGRÍCOLA” en el que afirma:”Lo que se está aplicando en nuestro país son meramente políticas de ajuste de corto plazo que, desde un enfoque monetario y cambiario intentan obtener la ayuda financiera internacional.  A lo que apuntan es lograr la aprobación de los organismos multilaterales de crédito cumpliendo lo que establece el Consenso de Washington”.  La forma como finalizó la” Guerra Fría “no había presentado un contendor triunfante y claro heredero de la victoria. Ello produjo un vacío conceptual que permitió que de inmediato el “CONSENSO” tratara de imponer sus fórmulas. El mundo ya había asistido a   otras   ”fórmulas salvadoras” que ocultaron intereses  de quienes detentaban el poder.  Gran Bretaña había propuesto el libre comercio,   mientras que en el orden interno protegía desmesuradamente su industria;  los EE UU,   a  su vez, pretendieron demostrar la ineficiencia de lo estatal mientras mantenían poderosas organizaciones estatales para difundir su estrategia tecnológica.   A estos ejemplos se sumaron las declaraciones y exigencias de los principales organismos de crédito  internacionales que exigen abrir los mercados mientras los países “líderes”, que las sustentan, originan todo tipo de perjuicios a los países menores con los subsidios dados a sus propias producciones, en especial a las primarias.   El objetivo real es el dominio mundial para asegurar el mejor nivel de vida  de unos pocos. Así funciona la globalización, empleada como instrumento de poder por los grandes emporios político-económicos y produce una caída de la independencia y del poder efectivo del resto de los estados.   Esta asignación de un poder desmesurado a las organizaciones privadas, especialmente a las financieras,  ha originado  perniciosos resultados. 

Según Ricardo Auer  en su Consultora Estratégica del 24/03/03:   “se ha provocado un deterioro de los Estados que deja entrever graves peligros para la sociedad. El principal es la creciente privatización de las decisiones políticas soberanas (aun en los EE: UU),  lo que afecta sus estrategias nacionales. Las múltiples redes de poder privadas  (económicas, financieras, mafias, terrorismo y otras) actúan en la práctica de acuerdo con su visión cultural y sus intereses particulares, caracterizándose por una brutal lucha por el poder antes que por el debate de ideas”.    La lucha se caracteriza en la pugna por los mercados globales, por el control de los  alimentos, la energía, el petróleo, los ecosistemas, la minería y en especial por el agua potable. Así se manifiestan los conflictos y  las actitudes de los poderosos ante ellos, al  ver limitada la posibilidad del empleo masivo del poder militar para solucionarlos por su alto grado de poder letal y la asimetría de los participantes, es operar mediante un gran número de nuevas formas de agresión tales como: la manipulación sicológica; los operativos  de prensa; las operaciones de desinformación  por parte de agencias especiales de inteligencia; la corrupción de dirigentes; las agresiones económicas; el control por parte de organismos internacionales;  la creación y operación de guerrillas;  los  ataques  por los  medios  de  prensa  globalizados;  la   disociación  de estados  especialmente   aquellos  con territorios que incluyan espacios vitales estratégicos: el desarme de las fuerzas armadas o su empleo en tareas  externas   a   su  espacio  nacional   tratando   de transformarlas en fuerzas mercenarias internacionales; la militarización interna utilizando fuerzas de seguridad para combatir la “creciente inseguridad” o la contratación de “cipayos vernáculos”.  La aplicación de todas estas estrategias constituye lo que se ha llamado Golpe de Estado Blando y el Consenso las  aplicó como correctivos cuando fue necesario, siempre con éxito, siempre ahogando al indisciplinado.    En los últimos tiempos la suerte le resulta esquiva como en el intento de agresión contra la República Bolivariana de Venezuela.   En algunos círculos políticos se afirma que una acción semejante está en pleno desarrollo contra el gobierno argentino.
   
El CONSENSO ya no puede sostener la armonía en las relaciones entre los Estados y  debe  decidir  si   para mantenerla en  el  presente  y aún  en  un  futuro cercano     le  resultará inevitable tolerar  otras formas de relación que   sean  libremente  elegidas   por   los  pueblos y   donde  el  rol del  Estado  -  Nación   pueda  o no ser sea necesario. En resumen:   UN  NUEVO  ORDEN  MUNDIAL  con  libertad  y justicia.   ¿Pagará  el  precio?.

RECOPILACIÓN DE INFORMACIÓN EFECTUADA  POR  EL CORONEL  (R)   JOSÉ   LUIS  GARCÍA  Y LA PROFESORA ELSA BRUZZONE  MIEMBROS   DEL   CEMIDA

Prof. Elsa Bruzzone, especialista en temas de Geopolítica, Estrategia y Defensa Nacional secretaria de CEMIDA (Centro de Militantes para la Democracia), autora de Las Guerras del Agua I y II. República de Argentina.


miércoles, 9 de abril de 2014

EL ROL DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN EL ACTUAL CONFLICTO EN VENEZUELA

 
Luis Britto García, novelista, ensayista, historiador y dramaturgo 

Entrevistado por Roberto Lovato
Luis Britto García detallla el rol de los medios de comunicación en el actual conflicto en Venezuela
Por: Roberto Lovato | Miércoles, 09/04/2014

Por Qué los Medios le Dan Pase Libre a los Neofascistas de Venezuela


Roberto Lovato entrevistó al intelectual peso pesado

9 de abril de 2014,-El novelista, ensayista, historiador y dramaturgo Luis Britto García es un titán de la literatura y el pensamiento latinoamericano y, aunque él no es ni de cerca conocido de este lado de la frontera entre “América” el país y América el continente. Muchos consideran a este autor ganador de premios el escritor e intelectual más importante en Venezuela. Además de sus novelas y muchos otros libros sobre idioma, cultura y política, Britto ha escrito extensamente sobre el rol de los medios en la política venezolana. El mes pasado, el colaborador deTheNation Roberto Lovato se reunió con Britto García, 73, en su hogar en Caracas para conversar acerca del rol de los medios de comunicación en el actual conflicto.


Roberto Lovato: Ud. ha escrito mucho sobre los medios y política en Venezuela. ¿Cómo se están comportando los medios de comunicación en el actual conflicto?


Luis Britto García: La situación actual en Venezuela tiene un contexto histórico que debe ser entendido. Durante el intento de golpe previo, en 2002, las cadenas televisivas en particular jugaron un rol determinante en lo que llegó a ser un golpe mediático. Los medios se convirtieron a sí mismos en actores políticos, algo que he documentado en mi libro Dictadura Mediática [2012]. Sólo consideren, por ejemplo, como el decreto Carmona -con el cual los líderes del golpe esencialmente disolvieron la Constitución- fue firmado por representantes de los principales medios. Estos mismos medios también editaron las imágenes, historias y hechos que no se adecuaban a su narrativa. Durante el golpe, los equipos televisivos incluso llegaban antes de que los actos represivos fueran llevados a cabo por los líderes del golpe.


¿Y en qué se parecen o diferencian las cosas hoy?


En este intento de golpe, las cadenas televisivas han adoptado un tono diferente, pero la radio, las redes sociales y la prensa internacional están jugando un rol destacado, usando imágenes de represión en Egipto, Siria, Estados Unidos y otros países para pintar una supuesta represión en Venezuela. Observe, por ejemplo, como unos pocos cientos de estudiantes violentos vienen a simbolizar a los “estudiantes”, la “juventud” y al “país”.


¿Está diciendo que las imágenes de la juventud tira-piedra, quema-caucho son incorrectas o falsas?


No. Estoy diciendo que somos un país de 29 millones de habitantes. Estoy diciendo que en Venezuela, nueve millones y medio de venezolanos están estudiando. De éstos, más de 2,5 millones están en educación universitaria. ¿Qué significa eso? Que casi uno de cada diez venezolanos está en educación universitaria. La abrumante mayoría de ellos está en instituciones perpetuamente gratis. Esta imagen completa que los medios tratan de transmitir de una “rebelión estudiantil”, la cual [el encarcelado líder opositor] Leopoldo López trata de proyectar- la imagen de que toda la juventud está en contra del gobierno, contra [el presidente Nicolás] Maduro, contra el Bolivarianismo- es absolutamente falsa. Sí, claramente hay jóvenes que están en contra del gobierno, por varias razones. Somos un país libre y la gente puede pensar como guste. Pero es sólo una fracción, una pequeña minoría de la población estudiantil entera- algo que los medios internacionales no están reportando.


¿Y qué más ve que está siendo omitido de la historia actual de Venezuela por los medios?


Hay una importante división en la derecha que tampoco está siendo reportada. Para empezar, ellos han perdido dieciocho de las últimas diecinueve grandes elecciones- y las han protestados todas, excepto el único referendo que ganaron. Es importante también resaltar que López está siendo proyectado como el más reciente de una larga línea de mesías de la derecha, aunque él ni siquiera agrupe la vasta mayoría de [los votantes] la derecha. La derecha apoyo a [el ex candidato a la presidencia Henrique] Capriles Radonski en tres elecciones y las perdió todas. En las elecciones internas de la derecha, López terminó en tercer lugar; creo que obtuvo algo así como 2 por ciento de los votos elegibles. Así que, como te dije, la derecha en Venezuela está muy dividida. Juega con un mesías que los va llevar a paraíso instantáneo y si no lo hace, se desilusionan, se desencantan con él, lo cual es precisamente lo que pasará con López, quien tiene una fuerte ruptura con Capriles. López y su aliada, María Corina Machado, otra extremista de derecha, han escogido la opción desesperada de violencia en la calle. Capriles, mientras tanto, ha prevenido sobre “generar falsas expectativas de cambio a través de las acciones de calle”.


¿Cómo es que López y Capriles toman el protagonismo?


Hubo un colapso entre los partidos tradicionales. De este vacío vino la idea de fundar otro partido de derecha. Estudien el ascenso de Capriles, López y sus partidos de derecha y verán lo rara que es la política en Venezuela.


¿Qué quiere decir?


Antes de convertirse en líderes de la derecha, López y Capriles pasaron parte de su juventud en un casi cómico grupo llamado “Tradición, Familia y Propiedad”. Era un grupo fanático fascista, algo entre una organización religiosa y política. Ellos solían pararse en las esquinas de las calles de los vecindarios urbanos con grandes capas rojas al estilo Superman, boinas y cosas como esas. Era este ultra-súper-reaccionario grupo de derecha. ¡Sí, de capa roja, como Superman! De allí, se convirtieron el derechista partido Primero Justicia, que surgió de un programa de televisión empezado por un abogado llamado Julio Borges [ahora líder de Primero Justicia].


¿Un programa de televisión? ¿Ud. quiere decir que Primero Justicia, uno de los partidos más importantes de la derecha y un partido que los cables de WikiLeaks nos revelan que fue parcialmente financiado por más de una década por los Estados Unidos a través de la National Endowment for Democracy (NED), en realidad comenzó gracias a un show de TV?


Sí. De la nada, de repente Borges tiene un programa de televisión llamado Justicia para Todos. Era un show en el cual él hacía el rol de juez de paz y los demandantes eran traídos ante él. Éstos eran con frecuencia vecinos demandándose los unos a los otros y el trataba de ofrecerles una suerte de mediación carismática de las disputas. [En el programa ellos] Tenían litigantes que pasaban por un angosto corredor para que así pudieran correr hacia los otros, llegando hasta peleas y golpeándose unos a otros.
Suena como a los shows de cortes en los Estados Unidos.


Sí, es copiado de los reality shows en los Estados Unidos. Lo curioso, sin embargo, es que este programa fue convertido en partido político bajo el liderazgo de Julio Borges. De Justicia para Todos, Borges y sus aliados crearon Primero Justicia. La derecha necesitaba algo como un ala política derechista, porque los partidos social demócratas (AD) y social cristianos que han dominado tradicionalmente la política en Venezuela estaban tan desacreditados que ya no constituían ninguna fuerza. Este partido fue desarrollado por un lado por Capriles y por el otro por López. Así que los medios también tienen un rol ayudando a crear los actuales líderes y divisiones en la derecha.


¿Está diciendo que las tácticas y estrategias de la derecha tienen un elemento de teatro político y mediático?


De alguna forma. Observen las violentas acciones como la tranca y retención de la gente clase media como prisioneros en sus propias urbanizaciones con barricadas llamadas guarimbas. Nunca lo he podido entender. Esta “estrategia” fue “inventada” por un cubano-venezolano llamado Robert Alonso, hermano de una actriz de Hollywood, María Conchita Alonso, quien hizo una película con Schwarzenegger. El Sr. Alonso inventó la guarimba como una manera para la minoría descontenta ganar la atención mediática, pero también inmovilizar a la derecha, una verdadera maravilla política. Los guarimberos se están distanciando a sí mismos de las propias personas que pudieran apoyar a la derecha. Ud. puede escuchar las quejas, pero no en los reportes de noticias. ¿Así que en qué están pensando, bloqueando y quemando sus propios vecindarios?


¿Qué cree Ud. que pasará?


Nosotros ya hemos visto bastante de esto antes. Estrategias como las guarimbas, pero, miradas desde el interior del país, es una acción política ridícula. Demente. Ellos intentaron esto antes, en 2004, y falló. Ellos han tenido mesías políticos como Leopoldo López, la mayoría de los cuales han sido olvidados. Ustedes vieron el futuro en las recientes celebraciones de Carnaval. La derecha llamó a un boicot del Carnaval. Los pobres rechazaron su llamado y llenaron las playas y las calles con sus celebraciones. Una vez más, los medios internacionales no tomaron nota. El novelista colombiano William Ospina dice que en el mundo entero, los ricos celebran y los pobres protestan. Sólo en Venezuela los pobres sí celebran y los ricos protestan.

Traducción: Leonardo Melero

martes, 8 de abril de 2014

EL AZÚCAR ES UNA DROGA

Quien utiliza azúcar quiere más y más
El azúcar es una droga, al igual que el alcohol y el tabaco, por eso debe de ser controlada y etiquetada, insiste el responsable de Salud de Ámsterdam, Paul van der Velpen


"Al igual que el alcohol y el tabaco, realmente el azúcar es una droga. Aquí se necesita un papel importante por parte del gobierno. El uso del azúcar debe ser desalentado y los usuarios deben ser conscientes de los peligros", dice el artículo de Paul van der Velpen, publicado en el sitio web oficial del área de Salud Pública de Ámsterdam.

"Esto puede parecer exagerado y descabellado, pero el azúcar es la droga más peligrosa de todos los tiempos y puede ser adquirida fácilmente en todas partes", indica el experto.

En realidad, el azúcar es una forma de adicción

Cita una investigación, alegando que el azúcar, a diferencia de la grasa y otros alimentos, interfiere con el apetito del cuerpo creando un insaciable deseo de seguir comiendo, un efecto que la industria alimentaria utiliza para aumentar el consumo de sus productos. "El azúcar altera este mecanismo. Quien utiliza azúcar quiere más y más, incluso cuando ya no tienen hambre. Por ejemplo, se puede ofrecer huevos a alguien y esta persona va a dejar de comer en un momento. Pero tras recibir las galletas va a seguir comiendo a pesar de los dolores de estómago", argumentó Van der Velpen.

"En realidad, el azúcar es una forma de adicción. Es tan difícil deshacerse de la tentación de comer alimentos dulces como el dejar de consumir tabaco. De esta manera las dietas solo funcionan temporalmente. La terapia de adicción es mejor en este caso", aseguró el funcionario.

Van der Velpen quiere ver impuestos sobre el azúcar y límites legales establecidos para la cantidad que se añade a los alimentos procesados. También hay que poner advertencias de peligro, al estilo de los cigarrillos, en los dulces y los refrescos para que informen a los consumidores que "el azúcar es adictivo y perjudicial para la salud".

"Las escuelas no deben vender dulces y refrescos. Los productores de bebidas deportivas que están llenas de azúcar deben ser demandados por publicidad engañosa", propone el experto holandés.

El azúcar, al igual que las drogas, fue creada artificialmente por los humanos. Sus efectos en el organismo de los mamíferos todavía se desconocen, pero en las últimas décadas han aparecido estudios que vinculan el consumo de azúcar con el aumento brusco de la diabetes y el cáncer, así como con las enfermedades cardiovasculares, del sistema nervioso y digestivo. Es más, provoca desórdenes en la función de las células, aumenta el nivel de las plaquetas y provoca el síndrome de déficit de atención con hiperactividad entre los niños.



Texto completo en: http://actualidad.rt.com/ciencias/view/106041-azucar-droga-peligrosa-hambre-comida

lunes, 7 de abril de 2014

Discurso de Federico García Lorca al inaugurar la biblioteca de su pueblo

Federico García Lorca 1914
Medio Pan y un Libro.
Locución de Federico García Lorca al Pueblo de Fuente de Vaqueros (Granada). Septiembre 1931.
“Cuando alguien va al teatro, a un concierto o a una fiesta de cualquier índole que sea, si la fiesta es de su agrado, recuerda inmediatamente y lamenta que las personas que él quiere no se encuentren allí. ‘Lo que le gustaría esto a mi hermana, a mi padre’, piensa, y no goza ya del espectáculo sino a través de una leve melancolía. Ésta es la melancolía que yo siento, no por la gente de mi casa, que sería pequeño y ruin, sino por todas las criaturas que por falta de medios y por desgracia suya no gozan del supremo bien de la belleza que es vida y es bondad y es serenidad y es pasión.
Por eso no tengo nunca un libro, porque regalo cuantos compro, que son infinitos, y por eso estoy aquí honrado y contento de inaugurar esta biblioteca del pueblo, la primera seguramente en toda la provincia de Granada.
No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio de Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social.
Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que de un hambriento. Porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía porque son libros, libros, muchos libros los que necesita y ¿dónde están esos libros?
¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: ‘amor, amor’, y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita; y pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo decía: ‘¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!’. Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua: pedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida.
Ya ha dicho el gran Menéndez Pidal, uno de los sabios más verdaderos de Europa, que el lema de la República debe ser: ‘Cultura’. Cultura porque sólo a través de ella se pueden resolver los problemas en que hoy se debate el pueblo lleno de fe, pero falto de luz.
http://www.universoabierto.com/6011/pretextos-discurso-de-federico-garcia-lorca-al-inaugurar-la-biblioteca-de-su-pueblo/

viernes, 4 de abril de 2014

LA RESPONSABILIDAD DEL PERIODISMO


Earle Herrera periodista y político venezolano



EL COMPROMISO ES CON LA VERDAD

“El primer compromiso del periodismo es con la verdad, con la calidad profesional y con la sociedad y el pueblo que le dan razón de ser”, recuerda el profesor Earle Herrera en el libro “El que se llevó el periodismo que lo devuelva”, editado en el año 2009.

Plantea el autor que aun en difíciles contextos no debe morir el dato, el rigor y el compromiso con el pueblo que sostiene al ejercicio del oficio periodístico.

El libro de Herrera forma parte del debate público que se ha dado en el país sobre los medios de comunicación social. Menciona que en toda esta diatriba un tema ha quedado soslayado o al menos “tocado tangencialmente: es el de los periodistas y el periodismo que se hace hoy en Venezuela, en este ‘aquí y ahora’”.

“Hemos discutido mucho y de todo: sobre el papel de los medios de comunicación social, los mensajes subliminales, la relación medios-poder político, la otra relación: medios y golpe de Estado, la manipulación en la información, el bombardeo propagandístico, la disociación psicótica, el silencio informativo” y mucho otras vertientes del tema, sin que se haya enfocado el debate sobre los periodistas y su quehacer diario.

Herrera indica que en algún momento de nuestra historia contemporánea el periodismo “se quedó colgado”. El momento “ocurrió cuando los grandes medios de comunicación decidieron asumir el rol de los partidos políticos”.

“La consecuencia de esta pretensión ha sido clara y no podía ser de otra manera: al decidir que su rol era llenar un vacío político, provocaron un vacío periodístico e informativo. Y éste, a su vez, no podía ni puede ser llenado por los defenestrados partidos de oposición. En medio de este marasmo quedan los profesionales de la prensa, la radio y la televisión”, expone el también diputado.

En este contexto, hace una pregunta “¿Que pueden hacer los periodistas?”, los que recién egresan, lo que tiene siete o 20 años de ejercicio.

Lo primero, propone Herrera, es ir a las bases, a la razón de ser: la verdad y el pueblo.

“No nos proponemos engañar al público”

El periodismo venezolano tiene una de sus raíces en el Correo del Orinoco, periódico creado por el Libertador Simón Bolívar y publicado por primera vez el 27 de junio de 1818 con el lema: “Somos libres, escribimos en un país libre, y no nos proponemos engañar al público”.

El líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, escribió en el 2010, en un mensaje a los periodistas, que celebran su día cada 27 de junio, que esa proclama es “una lección de quehacer periodístico que mantiene vigencia dos siglos después. Bolívar, siempre visionario, libraba de esta manera la batalla de las ideas. Nos decía: “la imprenta es la artillería del pensamiento”, y agregaba, “es tan útil como los pertrechos en la guerra”. Así, consideramos hoy que debe ser el periodismo verdadero, útil para la independencia definitiva, para la unidad de nuestros pueblos, para la labor concientizadora y transformadora”.

Bien lo dice el Código de Ética del Periodista Venezolano, “el periodista se debe fundamentalmente al pueblo” y en ese sentido debe ser su aliado en la búsqueda de una sociedad más justa”, destacaba el Comandante.

En ese mensaje también citó al periodista venezolano, fundador de la Escuela de Periodismo de la UCV, Héctor Mujica, quien decía que el ideal de todo buen periodista es el de servir y no ser instrumento. Aseguraba que “si bien es cierto que la proporción de periodistas deshonestos es relativamente alta y que a ésta es preciso añadir la de los inconscientes, aquellos que jamás se han preguntado qué hacen, cómo lo hacen, y por qué y para quién lo hacen, no es menos verdadero que los inconformes, los críticos y los conscientes ya forman legión en el mundo. Son esos legionarios de la información en busca de la verdad resortes importantes en el complejo de la vida social y en la transformación de ésta”.

Todas las ideas acerca del deber ser cobran en el libro de Herrera un visión metodológica. Responde el cómo y el método para transitar el oficio con base en estos valores.

Herrera vuelve a la teoría y la práctica “signados por los principios éticos  profesionales. El respeto a las fuentes, dejar hablar al entrevistado”, cumpliendo con “el difícil arte de aprender a oír y el compromiso inalienable con y por la verdad”.

Cuanta como anécdota que “desde Rómulo Betancourt hasta el último gobierno el doctor Rafael Caldera, los periodistas venezolanos supieron lo que era la suspensión de garantías, el cierre de periódicos, estaciones de radio y plantas de televisión; conocieron y sufrieron la censura previa, los allanamientos a los medios de comunicación social, el secuestro de ediciones completas y sin embargo, si revisamos la prensa y la programación de los medios en general, nos encontramos con que los periodistas, en su mayoría de oposición a aquellos gobiernos, redactaban sus noticias, entrevistas o reportajes con un incuestionable apego a lo que pautaba su profesión y las normas de ética por las que se guiaban”.

Herrera, sin ánimos de caer en comparaciones entre “viejo periodismo” y el de ahora, invita a volver a la raíz, a la ética, para dar continuidad al periodismo, por encima de los más diversos contextos políticos.

En este sentido, el autor introduce otra tema-interrogante: “¿Puede el periodista tener inclinación política?, ¿militar en un partido?

La respuesta es sí, “como ciudadano tiene libertad para marchar, inscribirse en el partido de su preferencia y luchar por la permanencia o cambio de un gobierno. Lo que no debe hacer es manipular informaciones en aras de sus posiciones partidistas, distorsionar noticias, sesgar reportes y en lugar de entrevistar, pelearse con los entrevistados”.

Esas prácticas, alerta, socavan la práctica periodística y en nada ayudan a las opciones políticas de la preferencia del periodista

Fortalecer la democracia

En esta misma línea de reflexión, la profesora e investigadora Olga Dragnic coincide con Herrera en que lo principal es el compromiso con la verdad y el pueblo.

Destacó la importancia del oficio, partiendo de que es el periodismo un transporte para generar conciencia, pensamiento y acción en torno a los derechos y deberes que corresponde a todos los ciudadanos que viven en democracia.

Es el periodismo es necesario para formar sobre la corresponsabilidad, valor importante en la construcción de la nueva sociedad venezolana.

En esta construcción, señaló Dragnic, los periodistas y los medios públicos tiene la responsabilidad de informar partiendo de la realidad y explicándola en su contexto, respondiendo porqués.

Ya antes, el pasado 5 de marzo, la profesora Olga Dragnic argumentaba que “Cada época que se vive tiene sus necesidades, por lo que se necesita más y mejor información en todos los aspectos de los sucesos nacionales e internacionales, y con una explicación adecuada para que todo el mundo pueda comprender qué es lo que sucede y cuáles son las razones de los sucesos que nos atañen”, indicó en una intervención que realizó junto a Herrera, .

El Código de Ética del Periodista Venezolano establece en su artículo 1 que “El periodismo es un servicio de interés colectivo y el periodista está en la obligación de ejercerlo consciente de que cumple una actividad indispensable para el desarrollo integral del individuo y la sociedad”.

Planteado esto, Herrera convoca a debatir: “El periodismo ha de discutir el periodismo”, dice.

Sólo cuando los periodistas decidamos discutir sobre nuestro ejercicio entonces “triunfará” la profesión, se despejarán dudas, y se “descolgará” del lugar donde lo dejaron los medios al decidir ser un actor político-partidista.


AVN

http://www.minci.gob.ve/2013/06/earle-herrera-el-compromiso-es-con-la-verdad/

SOBRE LA RELACION ENTRE EL CONOCIMIENTO Y LA PRACTICA, ENTRE EL SABER Y EL HACER

Mao Tse-tung
SOBRE LA PRACTICA

Del
Obras Escogidas de Mao Tse-tung
EDICIONES EN LENGUAS EXTRANJERAS
PEKIN 1968
Primera edició;n 1968
Tomo I, pp. 317-32.

SOBRE LA PRACTICA[*]
SOBRE LA RELACION ENTRE EL CONOCIMIENTO Y LA PRACTICA, ENTRE EL SABER Y EL HACER
Julio de 1937

    El materialismo premarxista examinaba el problema del conocimiento al margen de la naturaleza social del hombre y de su desarrollo histórico, y por eso era incapaz de comprender la dependencia del conocimiento respecto a la práctica social, es decir, la dependencia del conocimiento respecto a la producción y a la lucha de clases.
    Ante todo, los marxistas consideran que la actividad del hombre en la producción es su actividad práctica más fundamental, la que determina todas sus demás actividades. El conocimiento del hombre depende principalmente de su actividad en la producción material; en el curso de ésta, el hombre va comprendiendo gradualmente los fenómenos, las propiedades y las leyes de la naturaleza, así como las relaciones entre él mismo y la naturaleza, y, también a través de su actividad en la producción, va conociendo paulatinamente y en diverso grado determinadas relaciones existentes entre los hombres. No es posible adquirir ninguno de estos conocimientos fuera de la actividad en la producción. En una sociedad sin clases, cada individuo, como miembro de la sociedad, uniendo sus esfuerzos a los de los demás miembros y entrando con ellos en determinadas relaciones de produc-


    * En nuestro Partido había cierto número de camaradas dogmáticos, que, durante largo tiempo, rechazaron la experiencia de la revolución china, negaron la verdad de que "el marxismo no es un dogma, sino una guía para la acción", y trataron de intimidar a la gente con palabras y frases de las obras marxistas, sacadas mecánicamente fuera del contexto. Había también cierto número de camaradas empíricos, que, durante largo tiempo, se limitaron a su Fragmentaria experiencia personal, ignoraron la importancia de la teoría para la práctica revolucionaria y no vieron la revolución en su conjunto; aunque trabajaron con diligencia, lo hicieron a ciegas. Las ideas erróneas de unos y otros, y en particular las de los dogmáticos, causaron [cont. en pág. 318. -- DJR] entre 1931 y 1934 enormes daños a la revolución china; además, los dogmáticos, disfrazados de marxistas, desorientaron a gran número de camaradas. El camarada Mao Tse-tung escribió "Sobre la práctica" con el fin de denunciar, desde el punto de vista de la teoría marxista del conocimiento, los errores subjetivistas de dogmatismo y de empirismo en el Partido, especialmente el de dogmatismo. Este trabajo se titula "Sobre la práctica" porque pone énfasis en la denuncia del dogmatismo, variedad del subjetivismo que menosprecia la práctica. Las concepciones contenidas en este trabajo las expuso el camarada Mao Tse-tung en una serie de conferencias dadas en el Instituto Político y Militar Antijaponés de Yenán.


ción, se dedica a la producción para satisfacer las necesidades materiales del hombre. En todas las sociedades de clases, los miembros de las diferentes clases sociales, entrando también, de una u otra manera, en determinadas relaciones de producción, se dedican a la producción, destinada a satisfacer las necesidades materiales del hombre. Esto constituye la fuente fundamental desde la cual se desarrolla el conocimiento humano.

    La práctica social del hombre no se reduce a su actividad en la producción, sino que tiene muchas otras formas: la lucha de clases, la vida política, las actividades científicas y artísticas; en resumen, el hombre, como ser social, participa en todos los dominios de la vida práctica de la sociedad. Por lo tanto, va conociendo en diverso grado las diferentes relaciones entre los hombres no sólo a través de la vida material, sino también a través de la vida política y la vida cultural (ambas estrechamente ligadas a la vida material). De estas otras formas de la práctica social, la lucha de clases en sus diversas manifestaciones ejerce, en particular, una influencia profunda sobre el desarrollo del conocimiento humano. En la sociedad de clases, cada persona existe como miembro de una determinada clase, y todas las ideas, sin excepción, llevan su sello de clase.

    Los marxistas sostienen que la producción en la sociedad humana se desarrolla paso a paso, de lo inferior a lo superior, y que, en consecuencia, el conocimiento que el hombre tiene tanto de la naturaleza como de la sociedad se desarrolla también paso a paso, de lo inferior a lo superior, es decir, de lo superficial a lo profundo, de lo unilateral a lo multilateral. Durante un período muy largo en la historia, el hombre se vio circunscrito a una comprensión unilateral de la historia de la sociedad, ya que, por una parte, las clases explotadoras la deformaban constantemente debido a sus prejuicios, y, por la otra, la pequeña escala de la producción limitaba la visión del hombre. Sólo cuando surgió el proletariado moderno junto con gigantescas fuerzas productivas (la gran industria), pudo el hombre alcanzar una comprensión global e histórica del desarrollo de la sociedad y transformar este conocimiento en una ciencia, la ciencia del marxismo.

    Los marxistas sostienen que la práctica social del hombre es el único criterio de la verdad de su conocimiento del mundo exterior. Efectivamente, el conocimiento del hombre queda confirmado sólo cuando éste logra los resultados esperados en el proceso de la práctica social (producción material, lucha de clases o experimentación científica). Si el hombre quiere obtener éxito en su trabajo, es decir, lograr los resultados esperados, tiene que hacer concordar sus ideas con las leyes del mundo exterior objetivo; si no consigue esto, fracasa en la práctica. Después de sufrir un fracaso, extrae lecciones de él, modifica sus ideas haciéndolas concordar con las leyes del mundo exterior y, de esta manera, puede transformar el fracaso en éxito: he aquí lo que se quiere decir con "el fracaso es madre del éxito" y "cada fracaso nos hace más listos". La teoría materialista dialéctica del conocimiento coloca la práctica en primer plano; considera que el conocimiento del hombre no puede separarse ni en lo más mínimo de la práctica, y repudia todas las teorías erróneas que niegan su importancia o separan de ella el conocimiento. Lenin dijo: "La práctica es superior al conocimiento (teórico), porque posee no sólo la dignidad de la universalidad, sino también la de la realidad inmediata."[1] La filosofía marxista -- el materialismo dialéctico -- tiene dos características sobresalientes.

Una es su carácter de clase: afirma explícitamente que el materialismo dialéctico sirve al proletariado. La otra es su carácter práctico: subraya la dependencia de la teoría respecto a la práctica, subraya que la práctica es la base de la teoría y que ésta, a su vez, sirve a la práctica. El que sea verdad o no un conocimiento o teoría no se determina mediante una apreciación subjetiva, sino mediante los resultados objetivos de la práctica social. El criterio de la verdad no puede ser otro que la práctica social. El punto de vista de la práctica es el punto de vista primero y fundamental de la teoría materialista dialéctica del conocimiento[2].

    Pero, ¿cómo el conocimiento humano surge de la práctica y sirve a su vez a la práctica? Para comprenderlo basta con mirar el proceso de desarrollo del conocimiento.
    En el proceso de la práctica, el hombre no ve al comienzo más que las apariencias, los aspectos aislados y las conexiones externas de las cosas. Por ejemplo, algunas personas de fuera vienen a Yenán en giras de investigación. En los primeros uno o dos días, ven su topografía, calles y casas, entran en contacto con muchas personas, asistena recepciones, veladas y mítines, oyen todo tipo de conversaciones y leen diferentes documentos: todo esto son las apariencias de las cosas, sus aspectos aislados y sus conexiones externas. Esta etapa del conocimiento se denomina etapa sensorial, y es la etapa de las sensaciones y las impresiones. Esto es, las cosas de Yenán, aisladas, actuando sobre los órganos de los sentidos de los miembros del grupo de investigación, han provocado sensaciones en ellos y hecho surgir en su cerebro multitud de impresiones junto con una noción aproximativa de las conexiones externas entre dichas impresiones: ésta es la primera etapa del conocimiento. En esta etapa, el hombre no puede aún formar conceptos, que corresponden a un nivel más profundo, ni sacar conclusiones lógicas.

    A medida que continúa la práctica social, las cosas que en el curso de la práctica suscitan en el hombre sensaciones e impresiones, se presentan una y otra vez; entonces se produce en su cerebro un cambio repentino (un salto) en el proceso del conocimiento y surgen los conceptos. Los conceptos ya no constituyen reflejos de las apariencias de las cosas, de sus aspectos aislados y de sus conexiones externas, sino que captan las cosas en su esencia, en su conjunto y en sus conexiones internas. Entre el concepto y la sensación existe una diferencia no sólo cuantitativa sino también cualitativa. Continuando adelante, mediante el juicio y el razonamiento, se pueden sacar conclusiones lógicas. La expresión de la Crónica de los tres reinos[3]: "Frunció el entrecejo y le vino a la mente una estratagema", o la del lenguaje corriente: "Déjeme reflexionar", significan que el hombre, empleando conceptos en el cerebro, procede al juicio y al razonamiento. Esta es la segunda etapa del conocimiento. Los miembros del grupo de investigación, después de haber reunido diversos datos y, lo que es más, después de "haber reflexionado", pueden llegar al juicio de que "la política de frente único nacional antijaponés, aplicada por el Partido Comunista, es consecuente, sincera y genuina". 

   Habiendo formulado este juicio, ellos pueden, si son también genuinos partidarios de la unidad para salvar a la nación, dar otro paso adelante y sacar la siguiente conclusión: "El frente único nacional antijaponés puede tener éxito." Esta etapa, la de los conceptos, los juicios y los razonamientos, es aún más importante en el proceso completo del conocimiento de una cosa por el hombre; es la etapa del conocimiento racional. La verdadera tarea del conocimiento consiste en llegar, pasando por las sensaciones, al pensamiento, en llegar paso a paso a la comprensión de las contradicciones internas de las cosas objetivas, de sus leyes y de las conexiones internas entre un proceso y otro, es decir, en llegar al conocimiento lógico. Repetimos: el conocimiento lógico difiere del conocimiento sensorial en que éste concierne a los aspectos aislados, las apariencias y las conexiones externas de las cosas, mientras que aquél, dando un gran paso adelante, alcanza al conjunto, a la esencia y a las conexiones internas de las cosas, pone al descubierto las contradicciones internas del mundo circundante y puede, por consiguiente, llegar a dominar el desarrollo del mundo circundante en su conjunto, en las conexiones internas de todos sus aspectos.

    Nadie antes del marxismo elaboró una teoría como ésta, la materialista dialéctica, sobre el proceso de desarrollo del conocimiento, el que se basa en la práctica y va de lo superficial a lo profundo. Es el materialismo marxista el primero en resolver correctamente este problema, poniendo en evidencia de. manera materialista y dialéctica el movimiento de profundización del conocimiento, movimiento por el cual el hombre, como ser social, pasa del conocimiento sensorial al conocimiento lógico en su compleja y constantemente repetida práctica de la producción y de la lucha de clases. Lenin dijo: "La abstracción de la materia, de una ley de la naturaleza, la abstracción del valor, etc., en una palabra, todas las abstracciones científicas (correctas, serias, no absurdas) reflejan la naturaleza en forma más profunda, veraz y completa.[4] 

El marxismo-leninismo sostiene que cada una de las dos etapas del proceso cognoscitivo tiene sus propias características: en la etapa inferior, el conocimiento se manifiesta como conocimiento sensorial y, en la etapa superior, como conocimiento lógico, pero ambas son etapas de un proceso cognoscitivo único. Lo sensorial y lo racional son cualitativamente diferentes; sin embargo, uno y otro no están desligados, sino unidos sobre la base de la práctica. Nuestra práctica testimonia que no podemos comprender inmediatamente lo que percibimos, y que podemos percibir con mayor profundidad sólo aquello que ya comprendemos. La sensación sólo resuelve el problema de las apariencias; únicamente la teoría puede resolver el problema de la esencia. La solución de ninguno de estos problemas puede separarse ni en lo más mínimo de la práctica. 

   Quien quiera conocer una cosa, no podrá conseguirlo sin entrar en contacto con ella, es decir, sin vivir (practicar) en el mismo medio de esa cosa. En la sociedad feudal era imposible conocer de antemano las leyes de la sociedad capitalista, pues no había aparecido aún el capitalismo y faltaba la práctica correspondiente. El marxismo sólo podía ser producto de la sociedad capitalista. Marx, en la época del capitalismo liberal, no podía conocer concretamente, de antemano, ciertas leyes peculiares de la época del imperialismo, ya que no había aparecido aún el imperialismo, fase final del capitalismo, y faltaba la práctica correspondiente; sólo Lenin y Stalin pudieron asumir esta tarea. Aparte de su genio, la razón principal por la cual Marx, Engels, Lenin y Stalin pudieron crear sus teorías fue su participación personal en la práctica de la lucha de clases y de la experimentación científica de su tiempo; sin este requisito, ningún genio podría haber logrado éxito. La expresión: "Sin salir de su casa, el letrado sabe todo cuanto sucede en el mundo" no era más que una frase hueca en los tiempos antiguos, cuando la técnica estaba poco desarrollada; y en nuestra época de técnica desarrollada, aunque tal cosa es realizable, los únicos que tienen auténticos conocimientos de primera mano son las personas que en el mundo se dedican a la práctica. Y sólo cuando, gracias a la escritura y a la técnica, llegan al "letrado" los conocimientos que estas personas han adquirido en su práctica, puede éste, indirectamente, "saber todo cuanto sucede en el mundo". Para conocer directamente tal o cual cosa o cosas, es preciso participar personalmente en la lucha práctica por transformar la realidad, por transformar dicha cosa o cosas, pues es éste el único medio de entrar en contacto con sus apariencias; asimismo, es éste el único medio de poner al descubierto la esencia de dicha cosa o cosas y comprenderlas.

   Tal es el proceso cognoscitivo que en realidad siguen todos los hombres, si bien alguna gente, deformando deliberadamente los hechos, afirma lo contrario. La gente más ridícula del mundo son los "sabelotodo" que, recogiendo de oídas conocimientos fragmentarios y superficiales, se las dan de "máxima autoridad en el mundo", lo que testimonia simplemente su fatuidad. El conocimiento es problema de la ciencia y ésta no admite ni la menor deshonestidad ni la menor presunción; lo que exige es ciertamente lo contrario: honestidad y modestia. Si quieres conocer, tienes que participar en la práctica transformadora de la realidad. Si quieres conocer el sabor de una pera, tienes tú mismo que transformarla comiéndola. Si quieres conocer la estructura y las propiedades del átomo, tienes que hacer experimentos físicos y químicos, cambiar el estado del átomo. Si quieres conocer la teoría y los métodos de la revolución, tienes que participar en la revolución. Todo conocimiento auténtico nace de la experiencia directa. Sin embargo, el hombre no puede tener experiencia directa de todas las cosas y, de hecho, la mayor parte de nuestros conocimientos proviene de la experiencia indirecta, por ejemplo, todos los conocimientos de los siglos pasados y de otros países.

   Estos conocimientos fueron o son, para nuestros antecesores y los extranjeros, producto de la experiencia directa, y merecen confianza si en el curso de esa experiencia directa se ha cumplido la condición de "abstracción científica" de que hablaba Lenin y si reflejan de un modo científico la realidad objetiva; en caso contrario, no la merecen. Por eso, los conocimientos de una persona los constituyen sólo dos sectores: uno proviene de la experiencia directa y el otro, de la experiencia indirecta. Además, lo que para mí es experiencia indirecta, constituye experiencia directa para otros. Por lo tanto, considerados en su conjunto, los conocimientos, sean del tipo que fueren, no pueden separarse de la experiencia directa. Todo conocimiento se origina en las sensaciones que el hombre obtiene del mundo exterior objetivo a través de los órganos de los sentidos; no es materialista quien niegue la sensación, niegue la experiencia directa, o niegue la participación personal en la práctica transformadora de la realidad. Es por esto que los "sabelotodo" son ridículos. Un antiguo proverbio chino dice: "Si uno no entra en la guarida del tigre, ¿cómo podrá apoderarse de sus cachorros?" Este proverbio es verdad tanto para la práctica del hombre como para la teoría del conocimiento. No puede haber conocimiento al margen de la práctica.

    Para poner en claro el movimiento materialista dialéctico del conocimiento, movimiento de profundización gradual del conocimiento, surgido sobre la base de la práctica transformadora de la realidad, daremos a continuación otros ejemplos concretos.

    En el período inicial de su práctica, período de destrucción de las máquinas y de lucha espontánea, el proletariado se encontraba, en cuanto a su conocimiento de la sociedad capitalista, sólo en la etapa del conocimiento sensorial; conocía sólo los aspectos aislados y las conexiones externas de los diversos fenómenos del capitalismo. En esa época, el proletariado era todavía una "clase en sí". Sin embargo, el proletariado se convirtió en una "clase para sí" cuando, entrando en el segundo período de su práctica, período de lucha económica y política consciente y organizada, llegó a comprender la esencia de la sociedad capitalista, las relaciones de explotación entre las clases sociales y sus propias tareas históricas, gracias a su práctica, a su variada experiencia de largos años de lucha y a su educación en la teoría marxista, resumen científico hecho por Marx y Engels de dicha experiencia.

    Lo mismo pasó con el conocimiento del pueblo chino respecto al imperialismo. La primera etapa fue la del conocimiento sensorial, superficial, tal como se manifestó en las indiscriminadas luchas contra los extranjeros, ocurridas durante los movimientos del Reino Celestial Taiping, del Yijetuan y otros. Sólo en la segunda etapa, la del conocimiento racional, el pueblo chino discernió las diferentes contradicciones internas y externas del imperialismo y comprendió la verdad esencial de que el imperialismo, en alianza con la burguesía compradora y la clase feudal, oprimía y explotaba a las amplias masas populares de China; tal conocimiento no comenzó sino por la época del Movimiento del 4 de Mayo de 1919.

    Veamos ahora la guerra. Si los dirigentes militares carecen de experiencia militar, no podrán comprender en la etapa inicial las leyes profundas que rigen la dirección de una guerra específica (por ejemplo, nuestra Guerra Revolucionaria Agraria de los últimos diez años). En la etapa inicial, sólo vivirán la experiencia de numerosos combates y, lo que es más, sufrirán muchas derrotas. Sin embargo, esta experiencia (la experiencia de los combates ganados y, sobre todo, la de los perdidos) les permitirá comprender lo que por dentro articula toda la guerra, es decir, las leyes de esa guerra específica, comprender su estrategia y sus tácticas, y de este modo, dirigirla con seguridad. Si en ese momento se confía el mando de la guerra a una persona inexperta, ella también tendrá que sufrir una serie de derrotas (es decir, adquirir experiencia) antes de poder comprender las verdaderas leyes de la guerra.

    Con frecuencia, de algún camarada que no tiene coraje para aceptar una tarea, oímos decir: "No estoy seguro de poder cumplirla." ¿Por qué no está seguro de sí mismo? Porque no comprende el contenido y las circunstancias de ese trabajo según las leyes que lo rigen, porque no ha tenido o ha tenido muy poco contacto con semejante trabajo, de modo que no se puede ni hablar de que conozca tales leyes. Pero, después de un análisis detallado de la naturaleza y las circunstancias de ese trabajo, se sentirá relativamente seguro de sí mismo y lo aceptará de buen grado. Si se dedica a él por algún tiempo y adquiere experiencia, y si está dispuesto a examinar la situación con prudencia, en vez de abordarla de una manera subjetiva, unilateral y superficial, será capaz de llegar por sí mismo a conclusiones sobre cómo debe hacer el trabajo y lo hará con mucho mayor coraje. Sólo quienes abordan los problemas de manera subjetiva, unilateral y superficial, dictan órdenes presuntuosamente apenas llegan a un nuevo lugar, sin considerar las circunstancias, sin examinar las cosas en su totalidad (su historia y su situación actual en conjunto) ni penetrar en su esencia (su naturaleza y las conexiones internas entre una cosa y otras). Semejantes personas tropiezan y caen inevitablemente.

    Así se ve que el primer paso en el proceso del conocimiento es el contacto con las cosas del mundo exterior; esto corresponde a la etapa de las sensaciones. El segundo es sintetizar los datos proporcionados por las sensaciones, ordenándolos y elaborándolos; esto corresponde a la etapa de los conceptos, los juicios y los razonamientos. Sólo cuando los datos proporcionados por las sensaciones son muy ricos (no fragmentarios e incompletos) y acordes con la realidad (no ilusorios), pueden servir de base para formar conceptos correctos y una lógica correcta.
    Aquí hay que subrayar dos puntos importantes. El primero, que se ha señalado más arriba pero que conviene reiterar, es la dependencia del conocimiento racional respecto al conocimiento sensorial. Es idealista quien considere posible que el conocimiento racional no provenga del conocimiento sensorial. En la historia de la filosofía existe la escuela "racionalista", que sólo reconoce la realidad de la razón y niega la realidad de la experiencia, considerando que sólo es digna de crédito la razón y no la experiencia sensorial; su error consiste en trastrocar los hechos. Lo racional merece crédito precisamente porque dimana de lo sensorial; de otro modo, lo racional sería arroyo sin fuente, árbol sin raíces, algo subjetivo, autogenerado e indigno de confianza. En el orden que sigue el proceso del conocimiento, la experiencia sensorial viene primero; si subrayamos la importancia de la práctica social en el proceso del conocimiento, es porque sólo ella puede dar origen al conocimiento humano y permitir al hombre comenzar a adquirir experiencia sensorial del mundo exterior objetivo. Para una persona que cierra los ojos y se tapa los oídos y se aísla totalmente del mundo exterior objetivo, no hay conocimiento posible. El conocimiento comienza con la experiencia: éste es el materialismo de la teoría del conocimiento.

    El segundo punto es que el conocimiento necesita profundizarse, necesita desarrollarse de la etapa sensorial a la racional: ésta es la dialéctica de la teoría del conocimiento[5]. Pensar que el conocimiento puede quedarse en la etapa inferior, sensorial, y que sólo es digno de crédito el conocimiento sensorial y no el racional, significa caer en el "empirismo", error ya conocido en la historia. El error de esta teoría consiste en ignorar que los datos proporcionados por las sensaciones, aunque constituyen reflejos de determinadas realidades del mundo exterior objetivo (aquí no me refiero al empirismo idealista, que reduce la experiencia a la llamada introspección), no pasan de ser unilaterales y superficiales, reflejos incompletos de las cosas, que no traducen su esencia. Para reflejar plenamente una cosa en su totalidad, para reflejar su esencia y sus leyes internas, hay que proceder a una operación mental, someter los ricos datos suministrados por las sensaciones a una elaboración que consiste en desechar la cáscara para quedarse con el grano, descartar lo falso para conservar lo verdadero, pasar de un aspecto a otro y de lo externo a lo interno, formando así un sistema de conceptos y teorías; es necesario dar un salto del conocimiento sensorial al racional. Los conocimientos así elaborados no son menos substanciosos ni menos dignos de confianza. Por el contrario, todo aquello que en el proceso del conocimiento ha sido científicamente elaborado sobre la base de la práctica, refleja la realidad objetiva, como dice Lenin, en forma más profunda, veraz y completa. Los "prácticos" vulgares no proceden así; respetan la experiencia pero desprecian la teoría, y en consecuencia no pueden tener una visión que abarque un proceso objetivo en su totalidad, carecen de una orientación clara y de una perspectiva de largo alcance, y se contentan con sus éxitos ocasionales y con fragmentos de la verdad. Si esas personas dirigen una revolución, la conducirán a un callejón sin salida.

    El conocimiento racional depende del conocimiento sensorial, y éste necesita desarrollarse hasta convertirse en conocimiento racional: tal es la teoría materialista dialéctica del conocimiento. En la filosofía, ni el "racionalismo" ni el "empirismo" entienden el carácter histórico o dialéctico, del conocimiento, y aunque cada una de estas escuelas contiene un aspecto de la verdad (me refiero al racionalismo y al empirismo materialistas, y no idealistas), ambas son erróneas en cuanto a la teoría del conocimiento en su conjunto. El movimiento materialista dialéctico del conocimiento desde lo sensorial a lo racional ocurre tanto en un pequeño proceso cognoscitivo (por ejemplo, conocer una sola cosa, un solo trabajo) como en uno grande (por ejemplo, conocer una sociedad o una revolución).

    Sin embargo, el movimiento del conocimiento no acaba ahí. Detener el movimiento materialista dialéctico del conocimiento en el conocimiento racional, sería tocar sólo la mitad del problema y, más aún, según la filosofía marxista, la mitad menos importante. La filosofía marxista considera que el problema más importante no consiste en comprender las leyes del mundo objetivo para estar en condiciones de interpretar el mundo, sino en aplicar el conocimiento de esas leyes para transformarlo activamente. Para el marxismo, la teoría es importante, y su importancia está plenamente expresada en la siguiente frase de Lenin: "Sin teoría revolucionaria, no puede haber tampoco movimiento revolucionario."[6

   Pero el marxismo subraya la importancia de la teoría precisa y únicamente porque ella puede servir de guía para la acción. Si tenemos una teoría justa, pero nos contentamos con hacer de ella un tema de conversación y la dejamos archivada en lugar de ponerla en práctica, semejante teoría, por buena que sea, carecerá de significación. El conocimiento comienza por la práctica, y todo conocimiento teórico, adquirido a través de la práctica, debe volver a ella. La función activa del conocimiento no solamente se manifiesta en el salto activo del conocimiento sensorial al racional, sino que también, lo que es más importante, debe manifestarse en el salto del conocimiento racional a la práctica revolucionaria. El conocimiento que alcanza las leyes del mundo hay que dirigirlo de nuevo a la práctica transformadora del mundo, hay que aplicarlo nuevamente a la práctica de la producción, a la práctica de la lucha de clases revolucionaria y de la lucha nacional revolucionaria, así como a la práctica de la experimentación científica. Este es el proceso de comprobación y desarrollo de la teoría, la continuación del proceso global del conocimiento. El problema de saber si una teoría corresponde a la verdad objetiva no se resuelve ni puede resolverse completamente en el arriba descrito movimiento del conocimiento desde lo sensorial a lo racional. El único medio para resolver completamente este problema es dirigir de nuevo el conocimiento racional a la práctica social, aplicar la teoría a la práctica y ver si conduce a los objetivos planteados. Muchas teorías de las ciencias naturales son reconocidas como verdades no sólo porque fueron creadas por los científicos, sino porque han sido comprobadas en la práctica científica ulterior. Igualmente, el marxismo-leninismo es reconocido como verdad no sólo porque esta doctrina fue elaborada científicamente por Marx, Engels, Lenin y Stalin, sino porque ha sido comprobada en la ulterior práctica de la lucha de clases revolucionaria y de la lucha nacional revolucionaria. El materialismo dialéctico es una verdad universal porque nadie, en su práctica, puede escapar a su dominio. La historia del conocimiento humano nos enseña que la verdad de muchas teorías era incompleta y que la comprobación en la práctica ha permitido completarla. Numerosas teorías eran erróneas, y la comprobación en la práctica ha permitido corregirlas. Es por esto que la práctica es el criterio de la verdad y que "el punto de vista de la vida, de la práctica, debe ser el punto de vista primero y fundamental de la teoría del conocimiento"[7]. Stalin tenía razón al decir: "[. . .] la teoría deja de tener objeto cuando no se halla vinculada a la práctica revolucionaria, exactamente del mismo modo que la práctica es ciega si la teoría revolucionaria no alumbra su camino."[8]
    
¿Se consuma aquí el movimiento del conocimiento? Nuestra respuesta es sí y no. Cuando los hombres, como seres sociales, se dedican a la práctica transformadora de un determinado proceso objetivo (sea natural o social) en una etapa determinada de su desarrollo, pueden, a consecuencia del reflejo del proceso objetivo en su cerebro y de su propia actividad consciente, hacer avanzar su conocimiento desde lo sensorial a lo racional, y crear ideas, teorías, planes o proyectos que correspondan, en términos generales, a las leyes que rigen el proceso objetivo en cuestión. Luego, aplican estas ideas, teorías, planes o proyectos a la práctica del mismo proceso objetivo. Si alcanzan los objetivos planteados, es decir, si en la práctica de este mismo proceso logran hacer realidad las ideas, teorías, planes o proyectos previamente formulados, o hacerlos realidad en líneas generales, entonces puede considerarse consumado el movimiento del conocimiento de este proceso específico. Pueden darse por logrados los objetivos previstos cuando, por ejemplo, en el proceso de transformar la naturaleza, se realiza un proyecto de ingeniería, se verifica una hipótesis científica, se fabrica un utensilio o se cosecha un cultivo, o, en el proceso de transformar la sociedad, se gana una huelga, se vence en una guerra, o se cumple un plan educacional. Sin embargo, por lo general, tanto en la práctica que transforma la naturaleza como en la que transforma la sociedad, muy rara vez se realizan sin ninguna alteración las ideas, teorías, planes o proyectos previamente elaborados por el hombre. Esto se debe a que la gente que se dedica a la transformación de la realidad está siempre sujeta a numerosas limitaciones; no sólo se encuentra limitada por las condiciones científicas y técnicas existentes, sino también por el desarrollo del propio proceso objetivo y el grado en que éste se manifiesta (aún no se han revelado plenamente los diferentes aspectos y la esencia del proceso objetivo). En esta situación, debido a que en el curso de la práctica se descubren circunstancias imprevistas, con frecuencia se modifican parcialmente y a veces incluso completamente las ideas, teorías, planes o proyectos. Dicho de otra manera, se dan casos en que las ideas, teorías, planes o proyectos originales no corresponden, en parte o en todo, a la realidad, son parcial o totalmente erróneos. A menudo, sólo después de repetidos fracasos se logra corregir los errores en el conocimiento y hacer concordar a éste con las leyes del proceso objetivo y, por consiguiente, transformar lo subjetivo en objetivo, es decir, obtener en la práctica los resultados esperados. En todo caso, cuando se llega a este punto, puede considerarse consumado el movimiento del conocimiento humano respecto a un proceso objetivo dado en una etapa determinada de su desarrollo.

    Sin embargo, considerado el proceso en su avance, el movimiento del conocimiento humano no está consumado. En virtud de sus contradicciones y luchas internas, todo proceso, sea natural o social, avanza y se desarrolla, y, en consonancia con ello, también tiene que avanzar y desarrollarse el movimiento del conocimiento humano. En cuanto a los movimientos sociales, los auténticos dirigentes revolucionarios no sólo deben saber corregir los errores que se descubran en sus ideas, teorías, planes o proyectos, corno ya se ha dicho anteriormente, sino que, además, cuando un determinado proceso objetivo avanza y cambia pasando de una etapa de desarrollo a otra, ellos deben saber avanzar y cambiar, a la par, en su conocimiento subjetivo, y conseguir que todos los que participan en la revolución hagan lo mismo, es decir, deben saber plantear, de acuerdo con los nuevos cambios producidos en la situación, nuevas tareas revolucionarias y nuevos proyectos de trabajo. En un período revolucionario, la situación cambia con mucha rapidez, y si el conocimiento de los revolucionarios no cambia también rápidamente en conformidad con la situación, ellos no serán capaces de conducir la revolución a la victoria.

    No obstante, sucede a menudo que el pensamiento se rezaga respecto a la realidad; esto se debe a que el conocimiento del hombre está limitado por numerosas condiciones sociales. Nos oponemos a los testarudos en las filas revolucionarias, cuyo pensamiento no progresa en concordancia con las circunstancias objetivas cambiantes y se ha manifestado en la historia como oportunismo de derecha. Estas personas no ven que la lucha de los contrarios ha hecho avanzar el proceso objetivo, mientras que su conocimiento se halla atascado aún en la vieja etapa. Esto es característico del pensamiento de todos los testarudos. Su pensamiento está apartado de la práctica social, y ellos no son capaces de ir delante guiando el carro de la sociedad; se limitan a ir a la rastra, refunfuñando que el carro marcha demasiado rápido y tratando de hacerlo retroceder o dar media vuelta y regresar.
    Nos oponemos también a la huera palabrería "izquierdista". El pensamiento de los "izquierdistas" pasa por encima de una determinada etapa de desarrollo del proceso objetivo; algunos toman sus fantasías por verdades, otros pretenden realizar a la fuerza en el presente ideales sólo realizables en el futuro. Alejado de la práctica presente de la mayoría de las personas y de la realidad del momento, su pensamiento se traduce en la acción como aventurerismo.

    El idealismo y el materialismo mecanicista, el oportunismo y el aventurerismo, se caracterizan por la ruptura entre lo subjetivo y lo objetivo, por la separación entre el conocimiento y la práctica. La teoría marxista-leninista del conocimiento, caracterizada por la práctica social científica, no puede dejar de oponerse categóricamente a estas concepciones erróneas. Los marxistas reconocen que, en el proceso general absoluto del desarrollo del universo, el desarrollo de cada proceso determinado es relativo y que, por eso, en el torrente infinito de la verdad absoluta, el conocimiento humano de cada proceso determinado en una etapa dada de desarrollo es sólo una verdad relativa. La suma total de las incontables verdades relativas constituye la verdad absoluta[9]. El desarrollo de todo proceso objetivo está lleno de contradicciones y luchas, y también lo está el desarrollo del movimiento del conocimiento humano. Todo movimiento dialéctico del mundo objetivo se refleja, tarde o temprano, en el conocimiento humano. En la práctica social, el proceso de nacimiento, desarrollo y extinción es infinito. Y así lo es el proceso de nacimiento, desarrollo y extinción en el conocimiento humano. A medida que avanza cada vez más lejos la práctica del hombre que transforma la realidad objetiva de acuerdo con determinadas ideas, teorías, planes o proyectos, más y más profundo se va haciendo el conocimiento que de la realidad objetiva tiene el hombre. Nunca terminará el movimiento de cambio en el mundo de la realidad objetiva, y tampoco tendrá fin la cognición de la verdad por el hombre a través de la práctica. El marxismo-leninismo no ha agotado en modo alguno la verdad, sino que en el curso de la práctica abre sin cesar el camino hacia su conocimiento. Nuestra conclusión es la unidad concreta e histórica de lo subjetivo y lo objetivo, de la teoría y la práctica, del saber y el hacer, y nos oponemos a todas las ideas erróneas, de "izquierda" o de derecha, ideas que se separan de la historia concreta.

    En la presente época del desarrollo de la sociedad, la historia ha hecho recaer sobre los hombros del proletariado y su partido la responsabilidad de conocer correctamente el mundo y transformarlo. Este proceso, el de la práctica transformadora del mundo, que está determinado con arreglo al conocimiento científico, ha llegado ya a un momento histórico en China y en toda la Tierra, a un gran momento sin precedentes en la historia, esto es, el momento de acabar completamente con las tinieblas en China y en el resto de la Tierra, y transformar nuestro mundo en un mundo luminoso, nunca visto antes. La lucha del proletariado y de los pueblos revolucionarios por la transformación del mundo implica el cumplimiento de las siguientes tareas: transformar el mundo objetivo y, al mismo tiempo, transformar su propio mundo subjetivo, esto es, su propia capacidad cognoscitiva y las relaciones entre su mundo subjetivo y el objetivo. Estas transformaciones ya están en marcha en una parte del globo terrestre, la Unión Soviética. Allí se sigue promoviendo este proceso de transformaciones. Los pueblos de China y del resto del orbe también están pasando o pasarán por semejante proceso. Y el mundo objetivo a transformar incluye también a todas las personas opuestas a estas transformaciones, personas que tienen que pasar por una etapa de coacción antes de poder entrar en la etapa de transformación consciente. La época en que la humanidad entera proceda de manera consciente a su propia transformación y a la del mundo, será la época del comunismo mundial.

    Descubrir la verdad a través de la práctica y, nuevamente a través de la práctica, comprobarla y desarrollarla. Partir del conocimiento sensorial y desarrollarlo activamente convirtiéndolo en conocimiento racional; luego, partir del conocimiento racional y guiar activamente la práctica revolucionaria para transformar el mundo subjetivo y el mundo objetivo. Practicar, conocer, practicar otra vez y conocer de nuevo. Esta forma se repite en infinitos ciclos, y, con cada ciclo, el contenido de la práctica y del conocimiento se eleva a un nivel más alto. Esta es en su conjunto la teoría materialista dialéctica del conocimiento, y ésta es la teoría materialista dialéctica de la unidad entre el saber y el hacer.